Dos comerciantes de zapatos fueron enviados a la India en el siglo XIX en busca de nuevos mercados y oportunidades de negocio. Uno fue enviado al norte y otro fue al sur. Cuando llegaron vieron que la mayoría de la gente iba descalza. El primero envió un telegrama a su empresa diciendo: "No hay manera de vender zapatos: Todo el mundo va descalzo." El segundo telegrafió a su empresa: "Hay oportunidades de negocio por todas parte: Aquí todo el mundo va descalzo"
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